Lo mejor, estábamos con una amiga Francesa, asi que hablando en Francés. Cuando llegamos, justo la vendedora estaba haciendo una pausa entre las 15 y las 16 (si, un mal-orto terrible) asi que estábamos ahí esperando lo mas panchos cuando se nos acerca un viejo y nos dice: "vale la pena esperar, son buenísimas" y se fue, nunca sabrá que éramos Argentinos y nunca sabremos si era el padre del dueño...
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